Diferencias entre un centro ambulatorio y uno de internamiento en el tratamiento de adicciones

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Las adicciones son un problema de salud que afecta a millones de personas en el mundo. Se trata de una enfermedad crónica, compleja y multifactorial, que requiere de una atención integral y especializada. Existen diferentes recursos y modalidades de tratamiento para las personas con problemas de adicciones, que se adaptan a las características y necesidades de cada caso. Entre ellos, destacan los centros ambulatorios y los centros de internamiento, que ofrecen distintos niveles de intensidad y duración de la intervención. En este artículo, vamos a explicar las diferencias entre un centro ambulatorio y uno de internamiento en el tratamiento de adicciones, así como los criterios para elegir el más adecuado.

¿Qué es un centro ambulatorio?

centro ambulatorio

Un centro de adicciones ambulatorio es un recurso de atención a las adicciones que ofrece consultas externas con cita previa, donde se realiza un diagnóstico, un tratamiento, una desintoxicación, una deshabituación, una rehabilitación y una incorporación social de las personas afectadas. Los centros ambulatorios cuentan con un equipo multidisciplinar de profesionales, que diseñan y desarrollan un programa individualizado de intervención para cada paciente, que puede incluir terapias individuales, grupales, familiares, farmacológicas, educativas y sociales. Los centros ambulatorios son el primer nivel de la red pública de atención a las adicciones, y desde ellos se pueden derivar a otros recursos de segundo nivel, como las unidades de desintoxicación hospitalaria o las comunidades terapéuticas.

¿Qué es un centro de internamiento?

Un centro de internamiento es un recurso de atención a las adicciones que requiere el ingreso de la persona afectada en un centro residencial, donde se le proporciona un tratamiento integral, intensivo y prolongado. Los centros de internamiento cuentan con un equipo multidisciplinar de profesionales, que diseñan y desarrollan un programa individualizado de intervención para cada paciente, que puede incluir terapias individuales, grupales, familiares, farmacológicas, educativas y sociales, así como actividades ocupacionales, deportivas, culturales y de ocio. Los centros de internamiento son el segundo nivel de la red pública de atención a las adicciones, y se accede a ellos por derivación de los centros ambulatorios o por solicitud judicial en casos de ingreso involuntario.

¿Qué diferencias hay entre un centro ambulatorio y uno de internamiento?

Las principales diferencias entre un centro ambulatorio y uno de internamiento en el tratamiento de adicciones son:

  • El grado de intensidad: el centro de internamiento ofrece un tratamiento más intensivo que el centro ambulatorio, ya que implica una mayor frecuencia y duración de las sesiones terapéuticas, así como una mayor supervisión y seguimiento del paciente.
  • El grado de aislamiento: el centro de internamiento implica un aislamiento temporal del paciente de su entorno habitual, lo que le permite alejarse de los estímulos, las personas y los lugares que favorecen su adicción. El centro ambulatorio, en cambio, permite al paciente mantener su vida cotidiana, lo que le exige un mayor grado de responsabilidad y autonomía.
  • El grado de voluntariedad: el centro ambulatorio requiere que el paciente acepte y consienta su ingreso y su tratamiento, lo que implica una mayor motivación y compromiso. El centro de internamiento, en cambio, puede ser solicitado o impuesto por terceros, como la familia o la justicia, lo que puede generar una mayor resistencia y rechazo.

¿Qué criterios se deben tener en cuenta para elegir el centro más adecuado?

No existe un criterio único y definitivo para elegir el centro más adecuado para el tratamiento de una adicción, ya que depende de las características y necesidades de cada caso. Sin embargo, algunos de los factores que se deben tener en cuenta son:

  • El tipo y grado de adicción: según la sustancia o conducta de la que se trate, y según el nivel de dependencia, tolerancia, abstinencia y consumo que presente el paciente, se puede requerir un tratamiento más o menos intensivo y prolongado.
  • El estado físico y psicológico: según la presencia o ausencia de otras enfermedades o trastornos que puedan complicar o interferir con el tratamiento, se puede requerir un tratamiento más o menos especializado y multidisciplinar.
  • El entorno familiar y social: según el grado de apoyo o conflicto que exista en el entorno del paciente, se puede requerir un tratamiento más o menos aislado o integrado, y con mayor o menor participación de la familia o la pareja.
  • La motivación y la voluntad: según el grado de conciencia y aceptación del problema, y según el grado de disposición y colaboración con el tratamiento, se puede requerir un tratamiento más o menos voluntario o forzoso, y con mayor o menor refuerzo y seguimiento.

En definitiva, el tratamiento de las adicciones requiere de una atención individualizada y adaptada a cada caso, que puede realizarse en un centro ambulatorio o en uno de internamiento, según las diferencias y los criterios que hemos expuesto. Lo más importante es contar con la ayuda de profesionales cualificados y experimentados, que puedan orientar y acompañar al paciente y a su familia en el proceso de recuperación.

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